viernes, 25 de noviembre de 2011

ARTICULO OPINION

EL CAÍN DEL PP

Las instalaciones públicas dedicadas a la formación, empleo, y la educación, denominado Centro de Conocimiento José Saramago, están situadas en la entrada del casco antiguo de nuestro municipio. Este nuevo espacio municipal, que en breve estará en funcionamiento, a propuesta de diferentes asociaciones, colectivos, y vecinos/as, fue denominado José Saramago, coincidiendo con el fallecimiento en el 2010 de este escritor mundialmente reconocido y premio Novel de Literatura. La denominación cumplió con todos los trámites legales y administrativos, siendo aprobado por el Pleno del Ayuntamiento. Benicàssim, ciudad cosmopolita, abierta, y con vocación cultural, turística e internacional, se sintió orgullosa de lucir entre los nombres de sus espacios públicos, el nombre de esta importante persona referente de la cultura, la tolerancia, los valores democráticos, y la libertad.

Recientemente, el equipo de gobierno del PP, sin que existan precedentes parecidos, ha anunciado de forma sorprendente, su decisión de eliminar el nombre de Jose Saramago, por considerarlo sectario y no tener vinculación con nuestro pueblo. Estas actitudes, y hechos, lamentablemente nos recuerdan épocas pasadas, donde la derecha más ultraconservadora mutilaba placas en recuerdo a personas enterradas en un provocado anonimato, y que no pueden tener otra explicación que el sectarismo, la intolerancia, y el dogmatismo.

Desde EU hemos solicitado al PP, que rectifique, que reconduzca sus acciones hacia las necesidades urgentes de las personas de este municipio, que son muchas, que sume, que mire el presente y futuro, y no el pasado.

Porque si el PP finalmente cumple lo dicho, estará confirmando la reflexión que se puede extraer del libro "Caín" de Saramago, "Dios no es de fiar. ¿Qué diablos de Dios es éste que, para enaltecer a Abel, desprecia a Caín?".

Sebastián Esparducer Gargallo, Portavoz Municipal de EUPV

miércoles, 23 de noviembre de 2011

OPINIÓN


El PP, la ideología de género y la caverna.
(publicado en Levante de Castellón, 18/11/11).

En ocasiones, cuando las cosas van mal, hay gente que se empeña en que vayan peor. Esta semana el portavoz del equipo de gobierno del ayuntamiento de Benicàssim, Mauro Soliva, nos ha ofrecido no una, sino dos noticias preocupantes.

La primera se producía el lunes, en la Comisión Informativa Municipal del Área de Progreso Social del ayuntamiento, cuando el portavoz popular argumentó su negativa a colaborar con las actividades que el Institut Universitari d’Estudis Feministes i de Gènere de la Universitat Jaume I realiza contra la violencia de género. Las actividades –conviene subrayarlo en estos tiempo de crisis– no suponían ningún gasto económico para el ayuntamiento. Su principal argumento para justificar la negativa fue un categórico “Estamos en contra de la ideología de género”. La concejala de Esquerra Unida, le preguntó si esa era su opinión personal o la del PP; a lo que el portavoz asintió, dando por supuesto que era la del PP, y continuó su argumentación relacionando las actividades del Institut Feminista con la “ideología de género”. Conviene aclarar que la susodicha “ideología de género” es un término de reciente acuñación que ha tenido una espléndida acogida entre los ultraconservadores y los integristas religiosos, pues se trata de un concepto que tomando como referencia –y también de pretexto– algunas posiciones extremas y minoritarias de lo que ellos consideran el “feminismo más radical”, les sirve para descalificar al feminismo en su conjunto (algo que, por supuesto, negarían ante la biblia). Esto es lo que ha hecho el portavoz popular en este caso: descalificar las actividades de una institución académica que desconoce atribuyéndole lo que no es; y negarse a participar en unas actividades contra la violencia de género, oficiando la ceremonia de la confusión.

La segunda mala noticia nos llegó el miércoles. En el Consejo de Participación Ciudadana, el mismo portavoz del equipo de gobierno del Partido Popular, informaba de la decisión de cambiar la denominación del Centro de Conocimiento José Saramago de Benicàssim. ¿Motivos? Uno: dicho nombre sugiere una denominación sectaria; y dos: no es una persona vinculada a Benicàssim. La segunda razón eleva el localismo a tintes absurdos, pues el argumento de que todas las calles de Benicàssim debieran tener nombres vinculados al pueblo nos llevaría a suprimir la mayoría de las denominaciones del callejero, empezando por las más alejadas: las sobrenaturales. Pero la primera razón, considerar sectario el nombre de José Saramago para denominar un centro de conocimiento resulta especialmente sangrante. Sepa, señor Mauro Soliva, que José Saramago (todo junto el apellido, por si acaso) es un escritor mundialmente reconocido, premio Nobel de Literatura, autor entre otros libros de Ensayo sobre la ceguera, El Evangelio según Jesucristo, o Caín… ¿O acaso sus reticencias se deben precisamente a esto? ¿Este es el viaje al centro que nos propone el PP? José Saramago también es el autor de La caverna, en la que rememora el mito platónico. Recuerde, señor Soliva, que en dicho mito Platón prescribía que la tarea del gobernante ideal era guiar a los prisioneros de las sombras al mundo de la luz racional, no encerrarnos en ellas.

Joan M. Marín.
Doctor en Filosofía y profesor de Estética y Teoría de las Artes de la Universitat Jaume I